Para mí, Plan Infinito es la materialización de un propósito vital, una vocación que se manifiesta a través de cada sesión, cada producto diseñado y cada interacción. Es el compromiso constante con el crecimiento, la evolución y la sanación, guiado por la certeza de que poseemos las herramientas para acompañar a las personas en su camino hacia la plenitud. Es la confluencia de mi formación como kinesióloga deportiva, quiromasajista, facilitadora de danza circular, coach, monitora de yoga, experta en mindfulness y psicología positiva, y todas las terapias y disciplinas que abrazan el cuerpo, la mente, la energía y el alma. Es la expresión de la gratitud hacia el poder superior que me ha dotado con estas Manos de Oro, capaces de tocar y transformar vidas.
Para quienes llegan a Plan Infinito, se convierte en un viaje de autodescubrimiento y empoderamiento sin fin. Es el lugar donde encuentran el apoyo experto y la calidez humana para:
Mejorar su físico: Desde el alivio de lesiones y optimización deportiva con la kinesiología y el masaje, hasta el fortalecimiento y la flexibilidad a través del pilates y el yoga, o la mejora estética con el drenaje linfático y la maderoterapia.
Fortalecer su mente: Desarrollando una psicología positiva, gestión emocional efectiva y claridad mental a través del coaching deportivo.
Armonizar su energía: Con el Reiki, las Barras de Access, la cristaloterapia y la auriculoterapia, liberando bloqueos y fluyendo con mayor vitalidad.
Sanar su espíritu y sus relaciones: A través de las constelaciones sistémicas familiares y la astrogenealogía, danza circular, encontrando comprensión y paz.
Conectar con la creación consciente: Disfrutando de productos artesanales (bolsas terapéuticas, velas, cojines y tapetes de yoga) diseñados para elevar su bienestar diario.
En esencia, Plan Infinito es la invitación a un desarrollo integral, donde cada persona es acompañada con Manos de Oro en su proceso de liberar el dolor, superar las limitaciones y alcanzar una versión más plena, consciente y feliz de sí misma. Es la promesa de que no hay un límite para el bienestar y la transformación cuando se elige invertir en uno mismo, gracias a la guía experta y el poder que Dios me permite canalizar.